Difiero de la opinión que juzga amores por sentirse encadenados a la nostalgia de un pasado inexistente.
Descarto a las personas que obligan a su conciencia a retener a un corazón que es libre, que ama y que siente... Que maneja
con hilos infinitos su camino, que muere desconcertado.
Estúpida razón que descontrola el pensamiento, que hechiza, que espera y se marchita en una esquina besando con la
punta de las manos una felicidad inequívoca, pero misteriosa.
Odio quererte de ésta manera porque obliga a mis pulmones a enegrecerse con las teorías de que algún dia volarás lejos.
Pero por alguna razón es difícil deshacerse de ti, porque la sensación de sentir que mis palabras bailan en cuclillas por tu lengua muda, me hace mágicamente feliz.
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