A lo largo del tiempo habrás oído historias preciosas. De esas que pasan a ser leyenda. Donde un día se mide por besos, y en caricias los kilómetros. Donde no existen las brújulas, y los caminos los inventan los locos, los enamorados.
Ya sabes que yo no creo en esas cosas. Soy lo más simple que puedas imaginarte.... Por mí no hace falta que subas a lo alto de un castillo, con verte encima de mi cama es suficiente.
No quiero besos para despertar.... Los quiero para comer, para dormir y para desayunar.
Tampoco un caballo blanco que nos lleve a las praderas a las afueras del castillo. Tengo bastante con el Ford Fiesta de tu padre y un par de cervezas, que ni a whiskys llegamos. Ni un mensajero, ni un duende, ni trampillas secretas, ni un hada madrina... Un viejo rinconcito para querernos hasta desgastarnos, y que se nos calen los dientes si es por deseo, ¡qué mas da!
Si a romántica y cabezota no me gana nadie, ¿como va a poder conmigo este corazón?
No envidio ningún final de aquellas historias. Nosotros ya tenemos el nuestro, que es infinito.
Dicen que las historias más bonitas son esas, las de cuento.... Eso es porque no nos conocen a nosotros.
Me ha encantado!
ResponderEliminarprecioso (L
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